Espejos, camas, básculas, neveras… casi cualquier elemento cotidiano de una casa puede conectarse para hacernos la vida más sencilla
Internet dejó hace tiempo de ser ese sitio en el que buscábamos información primero o utilizábamos para comunicarnos con amigos después. Ahora, con el auge del denominado “Internet de las Cosas” o IoT en sus siglas en inglés, es decir, dispositivos conectados que nos ayudan a tener una vida más fácil, la Red se ha convertido en un elemento imprescindible en cualquier hogar, por lo que, con motivo de la celebración del Salón Inmobiliario de Madrid SIMA, Paradigma (www.paradigmadigital.com), multinacional española especializada en la transformación digital de las empresas, ha recopilado los siete elementos imprescindibles que toda casa debe tener para convertirla en un hogar inteligente.
“Damos por hecho que cualquier vivienda cuenta con agua, electricidad y gas, pero la conexión a Internet es también imprescindible y contar con una infraestructura adecuada para hacer un buen uso de la Red es clave”, afirma Alejandro Asensio, especialista en IoT en Paradigma Digital. “No sólo para comunicarnos: Internet en el hogar conectado nos puede ayudar a tener una vida más sana y saludable gracias al aprendizaje automático y a la Inteligencia Artificial, conceptos que parecen destinados solo al mundo empresarial pero que cobran todo el sentido en casa también”.
- Un espejo inteligente en el baño que nos ayuda a preparar el día mientras nos cepillamos los dientes: consultar la agenda, las noticias más importantes o el estado del tráfico es posible sin necesidad de mirar el móvil.
- Asistente personal por voz para facilitar la compra de la semana, poner nuestras canciones favoritas mientras recogemos la habitación o buscar el regalo para triunfar en la fiesta de cumpleaños del fin de semana.
- Una cama inteligente que nos ayude no sólo a conciliar el sueño -incluso si nuestra pareja ronca, ya que es capaz de sentirlo y levantar ligeramente la parte superior del colchón para ayudarle a respirar mejor-, sino también a sacar el mayor rendimiento de las horas de descanso, adaptando, por ejemplo, la temperatura del colchón y calentándonos los pies en los días más fríos del invierno.
- Sensores repartidos por el hogar para adaptar las condiciones de humedad o de calefacción en cada estancia.
- Cerradura inteligente para gestionar la seguridad de nuestra casa desde cualquier lugar del mundo, permitiendo el acceso a mensajeros, por ejemplo, aunque no estemos físicamente en el edificio.
- Realizar la compra desde la cocina con un touchpad sin tener que pensar qué nos hace falta: tan sólo mirando los huecos de la despensa o de la nevera.
- Cuidar nuestra salud con básculas 2.0 que nos dicen qué proporción de grasa, agua, músculo o hueso tenemos y cómo estamos sacando partido al ejercicio que realizamos cada día.